La comunicación es clave y llave en la supervivencia de cualquier organización y organismo. Simplemente porque la buena comunicación es imprescindible para el funcionamiento correcto de un sistema abierto, y eso es lo que son organismos y organizaciones.
Cada sistema necesita para su buen funcionamientos necesita de un lenguaje/código/idioma compartido por todos y cada uno de sus integrantes. Y este lenguaje viene claramente determinado por su cultura.
La cultura se construye alrededor de valores y principios compartidos. Y es está la que determina la forma de actuar de cada individuo y de la organización en su conjunto. Esta cultura es la que determina los mensajes experienciales que emiten por la organización y sus integrantes.
Pero para la construcción de cultura es necesaria la comunicación y lamentablemente no se es consciente de la importancia de apostar por la comunicación interna. Máxime en estos años en que la construcción de reputación se vincula directamente con el mensaje experiencial, lo que hacemos.
La comunicación externa es otro de los aspectos importantes en la supervivencia de cualquier sistema abierto. Está ha pasado de ser unidireccional a ser interactiva e incontrolable. Sólo puedes gestionarla. Es por ello que su manejo debe tener en cuenta las claves de la comunicación holística o integral.
En este mundo abierto y global que evoluciona de un modelo cartesiano a sistémico no podemos olvidar el carácter estratégico y transversal de la comunicación.